Para muchas personas, hablar de la letra pequeña de un contrato de seguro es sinónimo de estafa o fraude. Por lo general, relacionan estas palabras con las cláusulas de la póliza que podrían desfavorecerlos cuando ocurra un siniestro.
Esto quizás se deba al lenguaje confuso y contradictorio de algunas estipulaciones del contrato.
No obstante, si bien es cierto, que la letra pequeña de alguna(s) cláusula(s) pudiera(n) perjudicarnos en un momento dado, debemos conocer todas las condiciones de la póliza.
De no hacerlo así, podría dañarnos ignorar las cláusulas que favorecen a la compañía de seguros como desconocer las coberturas del producto contratado.
TRAS LA LETRA PEQUEÑA
Las exclusiones son parte de la letra pequeña. Estas establecen las distintas situaciones en las que el Asegurador no responderá por un siniestro.
Por ejemplo, ningún seguro cubrirá los daños ocasionados a un vehículo cuyo conductor manejaba ebrio o drogado.
Otro aspecto cuestionado en los seguros de salud son las carencias. Muchas personas contratan un seguro pensando que tendrán cobertura inmediata ante cualquier evento.
Sin embargo, ciertas enfermedades tendrán que cumplir un período de espera antes de tener cobertura.
También las compañías aseguradoras establecen plazos para realizar reclamos y otras gestiones. Para estos casos, la letra pequeña implicará entender la diferencia entre días hábiles y días naturales.
Tengamos presente que los días hábiles son los días en que deben desempeñarse funciones laborales sin incluir los días festivos. Mientras que los días naturales, son todos los 365 con los que cuenta el año.
En este sentido, para los seguros de coche, las aseguradoras requieren que reportemos el siniestro dentro de los siete (7) días naturales o continuos siguientes a la fecha de lo ocurrido. El período podría incrementarse si así se expresa en la póliza.
Esto quiere decir que si tenemos un accidente de transito un martes, tenemos hasta el próximo lunes para reportar el siniestro. Notificarlo después de ese día, eximiría a la compañía de seguros de indemnizar el daño por presentar el reclamo a destiempo.
BAJO LA LUPA
Para reducir el impacto de la letra pequeña debemos leer con detenimiento las Condiciones Particulares y Generales de la póliza. Y si no entendemos alguna cláusula, investiguemos hasta comprender lo que está implicado en el asunto.
Para lograrlo, podemos consultar a un agente de seguros o preguntar a el personal de la empresa.
Como vemos, en todo contrato de seguros hay derechos y obligaciones que las partes deben cumplir. La letra pequeña solo aplicará si faltamos a ella.